Las cebollas francesas son cebollas tempranas de color cobrizo, carne blanca, jugosa y dulce y forma de cono invertido.
El principal componente de esta hortaliza es el agua, en un 90%, por lo que su aporte calórico es muy bajo, resultando un alimento altamente recomendado por los nutricionistas en dietas que favorezcan la pérdida o control de peso.
Entre los minerales destacan la presencia de potasio, calcio, hierro, magnesio y fósforo que influyen en la transmisión del impulso nervioso y en la correcta actividad muscular, equilibrando también el agua de la célula. Mejora la inmunidad debido a minerales como el fósforo.